Cita con Diana

En el año 2008, el Instituto Europeo di Design (IED Madrid) me encargó dirigir su Curso de Especialización en Estilismo de Moda, que a día de hoy sigo llevando y ojalá sea por mucho tiempo porque esta faceta docente me encanta… 😋 Desde el minuto cero tuve claro que quería diseñar el curso en que me gustaría matricularme, el curso de mis sueños, con toda esa información de moda que había recabado años atrás y que entonces quería mostrar a los alumnos y cada año  muestro incrementada. En aquel entonces pensaba que nadie, bajo ningún concepto, podía salir de allí sin conocer a fondo la obra de dos de los gigantes estéticos más importantes de la moda del siglo XX: Cecil Beaton y Diana Vreeland. Su mirada, su imaginario infantil llevado a lo largo de las décadas en que vivieron y que adecuaron a tantas modas que fueron bien recibidas en sus peculiares microcosmos; su forma de estar en este mundo es tan adelantada, tan contemporánea que creo que puede inspirar a todos aquellos que quieran dar al planeta un nuevo sistema de imágenes, como ambos hicieron… ❤️

Es curioso que ayer volvieran a eclosionar en la portada de este nuevo libro que atesora los años de Vreeland en Bazaar: “The modern woman” (Rizzoli). Beaton esboza el perfil de Diana intentando recrear esa grulla maravillosa de garras de esmalte rojo y es curioso también que después del maravilloso documental  que Alexander y su mujer lanzaron en 2011, estén ahora preparando un film a cerca de la figura de Beaton, como ayer mismo me adelantó durante la entrevista 👏👏👏

Y es que para todos aquellos que hemos pasado media vida coleccionando este material gráfico tan difícil antes de encontrar, es una verdadera ganga encontrarlo recopilado en un libro como el que Alexander presentó ayer! Y más aún de Harper’s BAZAAR, publicación que necesita de volúmenes que hablen de su magnífico legado de fotografía de moda y diseño gráfico contenido en sus números históricos. Esta es una de las motivaciones que han llevado a Alexander y a la fundación Diana Vreeland a lanzar con Rizzoli este trabajo fundamental: ” Creo que la razón por la que me decidí a hacer este libro fue para mostrar el cuerpo de trabajo que mi abuela hizo durante esos veintiséis años en Harper’s Bazaar. Considero que es importante darse cuenta de la evolución de la mujer durante aquel periodo de tiempo, y ver como Diana Vreeland fue una triunfadora al mostrar una mujer más inteligente, más independiente y más cómoda con su cuerpo. Creo que ella fue un ejemplo de esa evolución.”

La verdad es que después de tanto tiempo estudiando la figura de Diana, me sentí con Alexander como una especie de Trekkie conversando con el nieto del Capitán Spock y a veces esta conversación era como de nieto contra nieto 😂😂😂, descubriéndole pasajes de “The Glass of Fashion” que Beaton dedica a Vreeland y en los que antes no se había detenido… Me encantó mostrárselos y también poderle preguntar con qué página se queda de todas las que han recopilado en “The modern woman” y esto es lo que me contesto:

“Creo que hay muchísimas fotos que me fascinan en este libro, pero una de las que encuentro más increíble es una foto preciosa de Lillian Bassman, donde  Lisa Fonssagrives Penn aparece un coche. Es una imagen maravillosa y de ensueño. No se entiende muy bien que está pasando pero es muy sorprendente. Además, adoro el hecho de que la fotógrafa fuera Lillian Bassman y la modelo fuera la mujer de Irving Penn…”

También estuvimos repasando frases de Diana Vreeland y anécdotas de su vida, mientras me mostraba la colección de perfumes homenaje a la editora de moda más increíble de todos los tiempos. Los aromas son rotundos como a ella le gustaría y cargados de color en cada cristal. Capri, Túnez o Rusia son lugares favoritos de Diana que ahora explora Celine Barel para crear esta colección que ya se distribuye en 19 países.

Qué panorama tan distinto a aquel 2008 en que casi no contábamos con documentación para estudiar esta figura y cómo de 2010 a 2015 se ha dado un paso enorme en el vuelco de su legado a aquellos amantes de la moda que lo desconocían, y precisamente quise que Alexander me explicase los próximos pasos a dar en torno a esto: “Diana Vreeland permanecerá en los libros que se escriban sobre ella, ya que aún quedan muchas historias sobre ella por conocer. Cada año se descubre algo nuevo y la historia sobre ella continua siendo importante. Por otro lado, en el mundo de los perfumes todavía queda un largo camino, estamos pensando lanzar también una crema. Ya estamos en diecinueve países. Estamos hablando a personas que buscan una alta calidad ya que el mundo de las fragancias considero que debe ser algo muy sofisticado y personal…”

Y por último, antes de bajar al coloquio en el que tuve el honor de estar junto a la actriz Carmen Elias (que está interpretando el papel de Diana Vreeland en el Teatro Español con la obra “A galope”) y Eugenia de la Torriente, Directora de Harper’s BAZAAR España; quise pedirle que definiera con un solo adjetivo a su abuela. Beaton destacaba su lado humano, Capote su chic extremadamente amarillo y su nieto se refería a ella así: ” Ella era extraordinariamente creativa. Creo que si miramos hacia los años en que ella estuvo en Bazaar, siendo una editora de moda durante veintiséis años, no es nada fácil mantener la creatividad y la innovación por un periodo tan largo de tiempo. Por eso creo que mi abuela era una persona asombrosamente creativa. Creo que junto a Cocó Chanel es la mujer más importante de la moda del siglo XX, pero a diferencia de esta había que un mundo de personas se desarrollasen a su alrededor, que otros mundos partiesen de ella para crecer y así vemos tantos talentos impulsados por mi abuela, que van de Misoni a Etro o Oscar de La Renta, Carolina Herrera, etc.”

Fotos y documentación: Silvia López de Mingo