Brigitte Bardot no es la única “BB” que tenemos en la historia de la moda 
; también está el gran Christian Bérard, a quien Jean Cocteau apodó así y es así como lo conocían el resto de sus amigos. Una pandilla de amigos 
que es la que todo amante de la moda 
quisiera haber tenido, por encima incluso de la de Brandon y Brenda en “9210, Sensación de vivir”, y si no lo crees visualiza estos nombres en el Olimpo Fashion 
insertado en tu cabeza : Cocó, Beaton, Cocteau, Dior, Elsa Maxwell, Nina Ricci o Schiaparelli entre otros… Precisamente de la amistad con esta última viene uno de los flashes 
que he tenido con Bebé , este verano que aún no ha acabado 
. Resulta que Christian Bérard, que era pintor, figurinista 
, escenógrafo 
y adicto al opio 
; se dedicó a ilustrar moda para los grandes modistos de la edad de oro de la costura parisina 
y en especial lo hizo para Schiaparelli, dejando constancia de sus locuras surrealistas en estos dibujos suyos tan deliciosos. Y resulta que ahora que Schiaparelli ha cambiado de director creativo y ha fichado a Bertrand Guyon (que viene de Valentino y Lacroix, entre otros mundos…), Bebé ha salido -afortunadamente- a la luz de nuevo porque este diseñador ha querido homenajearlo en su colección debut y ha recuperado alguno de los dibujos que hizo para Elsa Schiaparelli.
Incluso en esta imagen, que corresponde a la invitación del desfile, quiso recrear una de las ilustraciones de Bebé 
, la misma que luego reprodujo en su look #27.
Pero ahí no quedó la cosa… Días antes de los desfiles de Couture, me hallaba en París esperando asistir a la presentación de la nueva botella de champán “MCIII” de Moët&Chandon y para ponerme mono en vista del fiestón, quise pasar la tarde preparándome facialmente 
en el Instituto Guerlain, que está en el 68 de Champs-Elysées. Cuál fue mi sorpresa al llegar, cuando salgo del ascensor que conduce al segundo piso de la Maison Guerlain, el templo de la cosmética de lujo a nivel interplaneario 
, que me encuentro unas puertas de doble hoja con frontón que son una auténtica locura . Al principio piensas que es pintura, pero a medida que te acercas, descubres que es una soberbia tapicería creada por Bebé :baby: para Jean-Michel Frank, encargado de decorar el Instituto Guerlain, que en 1939 se rodeó de los mejores artistas de París para recrearsu idea de “lujo austero” que pude disfrutar aquella tarde: un monumental recibidor de mármol blanco veteado de gris que es el templo de la belleza en el que sobresale esa puerta de Bebé coronada en un frontón e inspirada en el estuche de “Vol de Nuit” que se ilumina con una serie de apliques flor 
de Diego Giacometti… Un #noparole decorativo que supuso un nuevo flash en mi verano más Bebé.
Por eso, al volver a Madrid, tuve que zambullirme una vez más en “El espejo de la moda” de Cecil Beaton (retratados mutuamente en innumerables ocasiones…), para recordar sus sabias palabras recordando esta figura enorme para el mundo de la moda y la estética: “Bérard, tan incansable, tan prodigo en su vitalidad lanzó en todas direcciones ramalazos de la luz de su inspiración (…) Cualquiera que trabajase en las artes creativas acudía a él para escuchar las mil ideas que en él brotaban, y era tan magnánimo que quedaba encantado cuando los demás podían utilizar los talentos que a él le sobraban. Le divertía ver que otros comercializaban su trabajo. Los amigos le pedían que trazara unos bocetos en el dorso de un sobre, y con ellos en el bolsillo, se embarcaban en las modificaciones del mobiliario de sus casas, de un hotel, de un club nocturno o de una perfumería. Los modistas conseguían de él unas cuantas ideas y con ellas tenían ya suficiente para poner en marcha toda una colección solamente como consecuencia de media hora pasada en la compañía de aquella fértil imaginación.”
No es de extrañar que dejase un gran vacío en aquel París en que brilló como la gran figura que fue hasta su muerte 
en 1949. Un vacío que llego a tal punto de provocar en aquella chupipandi raséeeeeeee sentimientos de dolor tan prolíficamente creativos como el que experimentó el músico Francis Poulenc, que compuso a su memoria este Stabat Mater.
No se me puede ocurrir nada más increíble que te puedan dedicar que un Stabat Mater… Aunque en torno a Bebé :baby: hay siempre sorpresas y lo más increíble que le dedicaron fue un acróstico que se dedicó a sí mismo, en el que deriva un adjetivo propio de cada inicial de un nombre que espero no paréis de googlear durante todo este fin de semana:
- Cruel
- Humano
- Rápido
- Instructivo
- Snob
- Teatral
- Imaginativo
- Angustiado
- Noyé (empeñado)
- Brillante
- Enfantin (infantil)
- Refoulé (contra corriente)
- Amante
- Recluso
- Dérasé (bajo de nivel)
1.- Dibujo de Bérard de dos vestidos de Schiaparelli inspirados en banderas para la primavera de 1941
2.- Programa ilustrado por Christian Bérard para “Le Théàtre de la Mode”, 1945
3.- Soberbia tapicería diseñada por Bérard para el Instituto Guerlain, inspirada en el estuche de “Vol de Nuit”
4 y 5.- Esbozos de Christian Bérard para la ilustración de “Gigi”, una novela corta de Colette
6.- Un dibujo de Christian Bérard, se estampa en un detalle del look número 27, de Alta Costura de Schiaparelli para este otoño 2015.
7.- Ilustración de 1935
8.- Ilustración de la Línea “Corolle” 1947 de la primera colección de Christian Dior
9.- Ilustración para la portada de una partitura de 1935 de George Auric
10.- Dibujo para Cocó Chanel (años 30)
11.- Cartel para los ballets de los Champs Elysées
12.- Retrato de Christian Bérard, disparado por su amigo Cecil Beaton en noviembre de 1944
13.- Ilustración de un vestido de Marcel Rochas
14.- Un dibujo de Christian Bérard, se estampa en un detalle del look número 8, de Alta Costura de Schiaparelli para este otoño 2015.
