Luto verde en Madrid

image2

Hay dos fases en mi vida: “Cócteles de embassy sin gimnasia” y tras la rotura de un brazo en embassy a causa de sus cócteles llega “Cócteles de embassy con gimnasio a saco”:cocktail::swimmer::cocktail:

Embassy ha marcado el curso de mi historia personal, porque es allí donde me he reunido con mis amigos (de los de verdad, unos siguen vivos y otros desgraciadamente no…); y también la profesional, porque es donde he celebrado reuniones y librado batallas en ese campo (unas ganadas y otras perdidas claro está). 

image4

Es como una casa y oficina a la vez, es un salón red social analógica y en si mismo un vaso comunicante entre generaciones de clientes que acudimos a su barra a reír y llorar con sus cócteles de champán y a celebrar entre sus míticos emparedados de berros y otras delicias gastronómicas únicas en esta ciudad, que están prohibidas en la modernidad bio/detox/vengan que lo devora todo como la termita histérica que es :ant::herb::ant:

image5

Entre esa conga de litografías de Dalí dando la vuelta por sus paredes han pasado mil acontecimientos importantes. Unos de trascendencia histórica para Europa y España, como es salvar a más de treinta mil judíos gracias al espionaje que aquí tuvo su base durante la Segunda Guerra Mundial y otros tan habituales y extinguidos como ver cada tarde al explorador Miguel de la Cuadra Salcedo tomar chocolate en sus mesas con aquel look de Gatopardo amazónico que jamás olvidaré.

Portada del libro “La Clave embassy” que cuenta el increíble papel que jugó embassy como base de operaciones de espionaje proaliado en la Segunda Guerra Mundial. 

Además este escenario es el caldo de cultivo que ha gestado una tribu urbana única en esta ciudad: la cacatúa de embassy :ribbon::older_woman::ribbon:

image6

Margarita Kearney Taylot, fundadora de Embassy

Esas señññññññoras a tope de eñes que, perfumadas de Opium como si no hubiera mañana, entran despidiendo el vapor de Elnet que despiden sus perfectos cardados capaces de colocarnos hasta convertir estas estancias en el mayor fumadero de la capital… ¿Dónde podrán encontrarse todas juntas a partir de ahora? ¿Se dispersará esta fauna exótica cuando cierre el salón de té más increíble de la historia de España?

Hoy me alegro de haber inmortalizado embassy en aquel programa que me dio a conocer a los medios masivos porque algo de mí, de mi existencia y de lo que soy se diluye entre las vetas del mármol verde que da color corporativo al logotipo más bonito que un local público madrileño ha podido tener por ser el loewe de la hostelería  y por entrelazar esas cuatro “e” minúsculas para adornar posavasos, servilletas y las copas en que sirven su famoso cóctel de champán

image3

No creo que haya remedio ya para un cierre que es para madrid como si hubieran vendido Las Meninas a un multimillonario postor, tampoco hay consuelo para mi amigo Dani, para Bea o para mí…:cry: Solo podemos estampar esas cuatro “e” en una camiseta para recordar los momentos vividos en un salón que se lleva la juventud que nos quedaba y en el que pensamos celebrar nuestro cumpleaños conjunto antes del cierre y antes de acabar este fatídico mes de puñaladas que no se veían desde los idus romanos… :cry::cry::cry:

Firmad esta petición por cariño, como condolencia a este salón irrepetible y venid estos días porque hasta su cierre aquí estaremos (aunque tengan que trasplantarnos un hígado nuevo en abril):joy::joy::joy:.

image8

Después no os preocupéis que podréis seguir comprando tartas de limón y otras delicias en sus centros de Aravaca o Potosí:ice_cream::ice_cream:, pero la vida irrepetible de Castellana con Ayala no volverá y como están diciendo mis compañeros de mesa: “habrá que cambiar de garito…” ¿Pero dónde vamos ahora?, ¿A Lhardy con eyaculación de Isabel II en la mesa del salón chino? Ahora estoy tan turbado que no salgo de La Parra, lo que os aseguro es que sitio que queráis conservar es sitio en el que tenéis que reservar porque la reserva garantiza su supervivencia :pray: No lo olvidéis :metal: