El otro día en mi visita semanal a mis querido amigos de #Zapeando, se me hizo una pregunta, dentro del cuestionario #zapeandorase❓❓que está trayendo tanta cola como éxito: ¿Qué hacer en caso de tener pelo rizado para que esté increíble y fluya, brille, enamore y sea un pelo envidiado y raséeeeeeeeeeeeee ?
He de decir que esto del pelo rizado contiene una filosofía capilar del usuario detrás, que puede contemplarlo como una suerte y disfrutar a tope cada uno de sus rizos o, por el contrario, considerarlos una desgracia deseando cada día ser un galgo afgano o directamente Cher 1968 (que son la mayoría de pelos rizados que conozco)
Además está el tema de los cuidados que requiere y que suele dividirnos también en dos bandos:
1.- Los que deciden acentuar el rizo con productos de acabado que -a corto plazo- lo marcan de un modo artificial y lo castigan a largo plazo…
2.- Los que abogamos por un pelo controlado y mimado por aquellos productos naturales que cada uno conoce según su información y circunstancias vitales; porque en esto del pelo rizado Ortega y Gasset (no la calle sino el filósofo) funciona muy bien, ya que dónde vivamos y cuál sea nuestro presupuesto, serán factores determinantes que decidirán si nuestro resultado final es de esponja u hormigón armado.
Hoy yo hablaré de mí y mi pelo rizado, de sus circunstancias vitales que han ido cambiando como su textura misma y sobre todo de cuánto he experimentado con él hasta llegar al estado esponjoso en el que afortunadamente se encuentra hoy. Yo también tuve mis momentos de adolescente con hormigón armado a causa de los productos de acabado de venta en grandes superficies que al final, como quedaban fatal, los peinaba para atrás y eliminaba el rizo (algo que a veces sigo haciendo ahora pero porque me apetece)
Creo que fue sobre 2002 o así, cuando estaba en la facultad, que empecé a buscar una textura esponjosa y natural para el rizo de mi pelo y pasar de los productos que tienden a endurecerlo en plan años 80. Entonces lo máximo era un tubo de “poción” mágica de cuyo nombre no quiero acordarme que al hidratar tanto el pelo para rizarlo, lo dejaba increíble al principio pero lo sobrehidrataba de tal manera que el resultado era como quemado con rizo deshecho… ! Un desastre que advierto aquí porque es muy importante medir muy bien las cantidades ⚠️ y frecuencia de los productos que aplicas, de lo contrario el efecto puede ser devastador.
Y así, cometiendo muchos errores, he llegado a mi rizo de hoy que no tiene la fuerza del 2002, pero cuya textura me gusta más porque es muy fácil de peinar y natural sin productos de acabado y con trucos mínimos: lavar por la noche con un champú de AVEDA que se llama “Be Curly” y después (solo a veces, una o dos al mes) aplicar lo correspondiente a una perlita de Beracaroteno, o sea la yema del meñique para todo el pelo (importante que sea muy poco) del intensificador de bucles de la misma línea. Eso y a dormir con el pelo aún húmedo… !
He de añadir que el truco de estos productos con extractos de plantas es que son poco agresivos y su resultado es muy natural pero son distintos a los convencionales de venta en grandes superficies: hay que usar poco producto y olvídate de que hagan espuma de anuncio de televisión o actúen como uno de supermercado porque no son igual a estos y aunque sean unos euros más caros al final son mejores porque duran/cunden más y no alteran la naturaleza de tu cabello… Soy ultra fan y nadie me paga por decir algo así en plan blogger. Lo advierto porque este es un post que escribo como ciudadano del mundo, más allá de ser un periodista de moda y belleza de generosidad intelectual infinita.
A la mañana siguiente, te duchas normal y te vas dejando secarlo al aire. Si tienes el pelo largo no lo mojes ni lo seques nunca con secador ni lo cepilles porque el bucle morirá. Los cuidados del rizo los concibo muy naturales, todo muy pre industrial y por supuesto ni planchas, tenacillas, secadores, etc… No valen si es que quieres tener un pelo de rizo esponjoso.
También me han ido muy bien los champús voluminizadores antes de aplicar el intensificador de bucle.
Hay uno increíble de arroz de Kiehls que te deja como un león y brilla increíble, pero todo esto mejor espaciarlo (si no tienes pelo graso) y aplicar un día sí y uno no como máximo. Y si te vas de vacaciones o te quedas en casa y puedes aguantar sin lavarlo, yo te diría que hicieran barbecho capilar de vez en cuando: No lavar en unos días viene muy bien aunque sea una cerdada… Aguanta!
Y luego alguna noche al mes, hidratar bien con un aceite antes de lavar a la mañana siguiente que muchas veces es el Midnight Recovery de Kiehls para rostro, cuello y pelo:
O uno de Alex Carro que es para rostro pero que yo aplico donde quiero y por supuesto también en el pelo:
Y estos son mis secretillos para los rizos que como dije en Zapeando, esto del pelo rizado es como tener un jardín botánico en la cabeza o una mascota a la que dedicar tiempo con un veterinario llamado peluquero que controle los ritmos de corte, etc… Lo único que puedo deciros es que merece la pena porque si tienes la suerte de nacer con bucles y los haces brillar enamorarás el doble o el triple aunque solo sea a tu espejo !
Animo y suerte con estos cuidados que os recomienda con cariño un verdadero tiquismiquis capilar general y admirador de los cabellos naturales más raséeeeeeeeeeeeee o de una cuidadisima y controlada artificialidad a ultranza… Porque en la vida y en el pelo, mejor como diría Guillaume Apollinaire: “Tout terriblement”
Imágenes: GettyImages/GraphicaArtis
