Mucho más que mona

(Original Caption) 12/2/1940-New York, NY: Mrs. Harrison Williams, one of society's best dressed women, is shown in her box at the Metropolitan Opera here, at the opening performance of the 1940-41 season.

Hace unos días que me escribió Pedro Aguilar de Dios que lleva la prensa interna de Palomo Spain 🕊 . Me invitaba al desfile presentación de su colección de primavera 2018 🌸👔🌸 en París y me decía que sería a orillas del Sena, en casa de los nietos de Otto von Bismarck, el canciller unificador… 🇩🇪

Al principio no caí que podía tratarse del Mona Bismarck American Center, pero al saltar aquel revuelo el martes pasado sobre la posible cancelación del desfile por causas un tanto marcianas😅, caí en la cuenta de la casa que serviría de localización para la presentación; la misma en que Mona murió en 1983.

Toda la prensa se hizo eco la semana pasada de la posible cancelación y posterior celebración del desfile de Palomo Spain y el nombre de (una desconocida para muchos) Mona von Bismarck ha irrumpido en este mes de junio que empieza, afortunadamente, a concedernos tregua térmica🌦.

(Original Caption) At this time, she was the wife of Senator Harrison Williams of New Jersey. Later, she remarried and became Countess Mona Bismark.

Foto: Bettman/GettyImages

¿Quién es Mona? Porque Mona Lisa y Lisa Simpson las controlamos, pero ¿Mona von Bismarck? Ella es una de las mujeres que inventó el raséeeeeeee más de raza de todo el siglo pasado. Pocos seres humanos en la historia del estilo de vida han subido tantos peldaños en la escalera ascética de la transmisión de belleza al mundo, pocas han promocionado la costura parisina con tanto amor a la moda y a los demás, a esa alta sociedad que quedaba deslumbrada por la que en 1933 fuera proclamada “Mujer mejor vestida del mundo”, por un jurado compuesto por figuras de la talla de Cocó Chanel o Molineaux y siendo la primera norteamericana en alzarse con este título👸🏼.

(Original Caption) Mrs. Harrison Williams, "world's best dressed woman" and Mr. Thomas W. Durant pictured at the Hialeah Race Track, Fla., recently.

Foto: Con Thomas Durant en 1935 (Bettmann/GettyImages)

Todo empezó en un pequeño pueblo, como empiezan muchas grandes historias de la moda, como empieza la de Palomo en Posadas y como comienza la vida de Mona Strader, en Louisville (Kentucky) 1897. Allí creció aquella niña de ojos azul turquesa de la que su gran amigo Cecil Beaton llegó a llamar: “Oda a la imperturbable belleza” y cuya vida estaría marcada desde muy joven por los cinco matrimonios que llegó a contraer.

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Foto: Cecil Beaton

El primero de ellos en 1917 con un potentado Henry Schlesinger, catorce años mayor que ella, con el que tuvo su único hijo. A los tres años se divorció y en 1924 se casa con el que muchos tachaban como el “hombre más apuesto de América”: el banquero James Irving Bush, con el que entra de lleno en la alta sociedad de los Estados Unidos.

Pero será cinco años después, al divorciarse en París, cuando comience la edad de oro de Mona y se nos revele su verdadero espíritu inspirador, su capacidad de convertirse en icono de moda 👗👸🏼👗y líder del estilo de vida entre las ricas (y aspirantes) del mundo entero. Esta revelación que solo fue posible al casarse felizmente con el multimillonario Harrison Williams con quién reinventará el lujo en una vida cargada de placeres, arte de la existencia más raséeeeeeee y altas dosis de un buen gusto cargado de humanidad y amor por la cultura.

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Foto: Cecil Beaton

Prueba de ello es su luna de miel a bordo del Warrior, un fastuoso barco (el yate de recreo más caro del mundo en su momento) que los llevó a expediciones científicas por Ceylán, India, Iraq o China🎎; donde descubrieron culturas remotas e iniciaron colecciones que hoy atesora el American Museum of Natural History.

Justo antes de la explosión del boom del turismo, Mona y su marido disfrutaron de un mundo sin distancias tal y como el que hoy se nos presenta al resto de los mortales y que tantos habitantes del S.XX tuvieron que perderse… Para ellos el mundo era pequeño y las distancias entre sus casas de la Quinta Avenida, París, Capri o esta de Palm Beach que Beaton inmortalizó en su Scrapbook, eran cortas:

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En salones tan increíbles como este transcurrió una vida dedicada a la colección de muebles franceses del XVIII, plata Reina Ana, porcelana K’ien-lung o cristal de Waterford; desplegados en un ambiente pulcro con olor a nuevo y fragancia de flores naturales que muchas veces ella misma ayudaba a cultivar en “Il Fortino”, su villa de Capri. Todo para agasajar a ilustres invitados que iban de Churchill a Jean Schlumberger, pasando por algunos amantes de la moda como ella que de Givenchy o los Vreeland culminaban en su modisto de cabecera que fue, como no podía ser menos, Cristóbal Balenciaga. Precisamente él la vistió en estas fotos que Beaton le hizo en su casa de Nueva York y ella lloró amargamente el cierre de su casa de costura en 1968 durante tres días sin salir de su villa de Capri:

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En esta serie de retratos la vemos excelsa en Balenciaga, entre sus cuadros de Goya, Boucher o Reynolds, sus búcaros de Fabergé, fiel a sus inseparables perlas y caminando con esos zapatos de raso con hebillas de diamantes que solía usar… No faltan ni sus incondicionales perritos🐶. Precisamente este que veis aquí, MICKY, al morir provocó más condolencias que la mismísima muerte de su marido Harrison en 1953. Incluso Alajalov, el famoso ilustrador de The New Yorker, le dedicó un dibujo a la célebre mascota de Mona.

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Será a la muerte de Williams cuando Mona corone el camino ascético hacia la perfección en la concepción de sí misma con un título nobiliario de la vieja Europa👑, el que le aportó su cuarto matrimonio con Eddie von Bismarck. Era lo que le faltaba a esta rica norteamericana para pasar a los anales de la historia del estilo como nueva condesa y poseedora de una agenda y una belleza que como Beaton predijo se mantenía imperturbable.

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En 1970 enviudó y se casó por quinta vez con el con el psiquiatra de Bismarck, Umberto de Martini, falso noble catorce años más joven que ella. A la muerte de este en el 79 se dio cuenta que tanto Bismarck como su psiquiatra se habían casado con ella por dinero y posición💰, quizás porque ella misma hizo esto durante toda su vida hasta alcanzarlo.

Por eso, habiendo conseguido la vida que quería vivir, y justo antes de morir en 1983 quiso fundar el American Center que hoy promueve actividades artísticas, literarias, científicas y educativas; particularmente aquellas que fomentan la amistad franco-americana desde el nº 34 de la Avenue New York donde miró al Sena por última vez y donde la semana pasada Palomo Spain la lío (una vez más) en París.