Hace unos meses, preparando el viviendo raséeeeeeeeeeeeeee de septiembre para Harper’s BAZAAR entrevistaba a Eric Gallais, diseñador de complementos👠 que abandonó la medicina para ser discípulo del mismísimo Yves Saint Laurent🙌🏻.
Es fuerte ese enfrentamiento tan titánico de profesiones muy vocacionales como medicina 💊💉 y moda, por ocupar tanto espacio vital y cotidiano y por ser tan estilo de vida de uno. Precisamente en la colección inmensa de revistas de Eric (un archivo de moda de más de cinco mil números de revistas y catálogos, pude encontrar un caso anterior y similar al suyo, el de Pedro Rovira (Badalona, 1921 – 1978), quien como él quiso abandonar esa carrera para dedicarse a la moda.
En 1948 estableció una casa de modas en El Barrio de Gracia de Barcelona con vocación de ofrecer costura a clientes acostumbradas al alto nivel de confección existente entonces en la Ciudad condal.
En plan “Los seis de Amberes” existían en los 60 en Barcelona un grupo de seis grandes modistos que se movían en torno a lo que se llamó Cooperativa de Alta Costura, un organismo que promovía y difundía la alta moda nacional de entonces con tanta presencia catalana y tan arraigada en la Ciudad de Barcelona y su maravilloso Hotel Ritz, donde presentaban sus colecciones.
Pedro Rodríguez (su director), Pertegaz, Asunción Bastida, Santa Eulalia, El Dique Flotante (otra tienda raséeeeeeeeeeeeeee desgraciadamente desaparecida) y Pedro Rovira eran los componentes de este grupo algo olvidado hoy pero que pegó tan fuerte y fue tan útil a la elegancia de entonces.
Es por este motivo y por la recuperación de la figura de este último modisto y ese contexto fashion tan interesante en que se movió, por lo que el Museo del Traje 🖼👗🖼de Madrid (en colaboración con la Fundació Antoni de Montpalau) inaugura mañana y hasta el 18 de febrero expone “Pedro Rovira: de la alta costura al prêt-à-porter”
Precisamente entre estas dos formas de producción se movió Pedro Rovira como pez en el agua 🐟💦 y esta retrospectiva da fe a través de doscientas cincuenta piezas, del amor que profesó a la tradición y a la modernidad industrial creciente entonces. Comenzando en su ámbito de trabajo y sus primeros años en Paris donde se empapó de los grandes modistos de los 50, el recorrido te llevará por su inclusión en 1964 dentro de la Cooperativa de Alta Costura Española y su impulso del Pret a Porter hasta su muerte en 1978.
No te pierdas esta trayectoria tan interesante por acaparar ese tiempo en que la Costura se convirtió en laboratorio de ideas para ser desarrolladas industrialmente e impulsar el bien vestir en la vida cotidiana de las gentes.
Imágenes pertenecientes a la exposición y cortesía del Museo del Traje