Chapuzones de leyenda

Josie recuerda en este post sus días en el Molitor de París , un hotel que circunda la piscina más mítica de la capital de Francia . Descubre aquí su historia y la exposición de fotografías de Gil Rigoulet que dan cuenta de su leyenda

 

Hay piscinas en que el miedo a mutar a uva pasa   es preferible a salir de ellas. Hacía tiempo que no vivía una tragedia comparada a abandonar la piscina del Molitor de París  porque algo de mí sigue flotando en ella. No sólo es la piscina de “La Vida de Pi” (con su correspondiente tema en su banda sonora), es que en ella se exhibió por primera vez un bikini en público y de ella dijo el novelista Yann Martel, que su agua era tan clara “que la hubieras podido usar para hacerte el café”

 

Todo comenzó en 1929, cerca del Bois de Boulogne, en el XVI. Un nuevo club de natación con piscina Art Decó veía la luz de la mano de la nadadora y saltadora americana    Aileen Riggin y el nadador olímpico que después fuera Tarzán, Johnny Weissmuller, ambos hacían los honores para inaugurarla.

Todo París iba a nadar allí    y a contemplar como Weissmuller ( que en aquella década que acababa, había conseguido batir 67 records del mundo de natación, ganar cinco medallas de oro olímpicas y ser el primer hombre que nadó los 100 metros en menos de un minuto, retirándose de la competición invicto…) lo hacía también. Así, de paso, se dejaban ver y eran vistos en aquella frenética capital de Francia de entreguerras.

 

Y es que más allá de lo deportivo, “Piscines Auteuil Molitor” se convirtió en un club social cuya llama siguió viva   más allá de la Gran Guerra, y en 1946 se prepara una presentación que me parece la más fascinante de cuantas se han hecho en este recinto declarado hoy edificio histórico: Louis Réard, un ingeniero de coches francés , presenta su revolucionario traje de baño de dos piezas en la piscina del Molitor    

 

Recurrió a Micheline Bernardini, una bailarina de Strip-tease para presentarlo y bañándome hace unos días en esta piscina histórica sonaba en mi cabeza este tema de Richard Anthony, que amo casi tanto como al mismísimo bikini  y que fue en 1960 gran canción del verano.

 

Pero de todo aquello apenas queda archivo gráfico . Tuvo que llegar el fotógrafo Gil Rigoulet     en el verano de 1985 para disparar la serie de instantáneas más bellas hechas en el Molitor. Forman parte de una serie aun más larga, titulada “Le corps et l’eau” en la que lleva trabajando casi tres décadas.

 

El año pasado expuso su serie del Molitor 1985 en el Grand Palais, en la Galerie du jour de la gran Agnes b y ahora mismo (del 6 al 12 de julio) puede verse en los “Rencontres de la Photographie” de Arles y después y hasta el 31 de julio, en Artcurial de París, donde puedes hacerte con el libro del que proceden todas estas fotos que ilustran este post.

 

 

Tras estas instantáneas de relajo, “Dolce Vita”, cuerpos, agua y sol; llegó una época de abandono de todo esto y en agosto de 1989 Molitor cerró. Estuvo a punto de ser pasto de burbujas urbanísticas  ️ ️ (que las hay en todos sitios) pero la organización “SOS MOLITOR” consiguió que el Ayuntamiento se diera cuenta del valor de este complejo y se salvó ( este final feliz no ocurre en todos sitios…)

 

 

Y así fue como estas piscinas tuvieron una nueva vida más allá del agua y el sol: los artistas grafiteros de París de los 90’s las hicieron suyas y hasta su reconstrucción y conversión en el magnífico hotel que es hoy  han estado pintadas; convirtiéndose en un paraíso del underground que ha servido de fondo a otros desfiles muy diferentes a aquel de Louis Réard 1946

 

 

 

Ha pasado de todo en este lugar: del frenesí de los años 30 a la Guerra Mundial, el primer bikini , su declive, su cierre, su conversión a lienzo grafitero, su recuperación y nuevo esplendor . El hotel que es hoy gira en torno a ella, ha recuperado las maravillas arquitectónicas que proyectó Lucien Pollet en 1929, que van de los mosaicos de terrazo en los suelos del vestíbulo (que hoy es restaurante) a las vidrieras y escayolas que son un sueño Art Decó . Parece que vas a ver a Poirot en albornoz en cualquier momento…

 

 

Solo espero que Molitor tenga ️larga vida no solo como piscina y hotel, sino como marca porque ¿A quién no le gustaría tener un traje de baño inspirado en ella o una buena línea de básicos veraniegos de mañana promovidos por este mágico lugar? Os invito a todos a visitar este hotel, desde Opera pillas el 52 y te lleva a Roland Garros  donde se encuentra. Allí hay varios precios para entrar y asistir al legendario tanque de agua que no te puedes perder por nada del mundo porque #esunsueñomiamor como muy pocos