Érase una vez una marca de lujo, la más artesana del mundo, que inspirada por la hípica y los aspectos más bellos del clasicismo vital había alcanzado un éxito centenario atesorando un archivo de objetos icono que vendía sin parar.
Y en su afán de reinventarse o morir, que hoy sigue intacto su curso, quiso llamar en 1997 a un diseñador prodigioso, vanguardista y misterioso (pocos retratos tenemos de él y menos selfies ) para que se encargase de su línea Prêt-à-porter y mirase desde un prisma conceptual y con ojos puros a ese mundo maravilloso de riqueza que inauguraba una nueva era: Hermes-Margiela.
Tras los picos de exceso y picos de minimal noventero y antes de acabar la década más antitética de la moda del siglo XX, el diseñador belga Martin Margiela, dio a la casa de lujo frances por antonomasia sabia nueva y relajada, centrándose en rizar el rizo de la calidad que ya de por sí la caracteriza desde su base y contar de un modo distinto la historia de la marca, con campañas, desfiles y un halo de envoltura que aún hoy despierta la admiración de los más jóvenes creadores.
En estos seis años al frente de la dirección creativa desarrolló una práctica que se conoció como “Quality freak”, de la que resultaron nuevas prendas apetecibles, tan bien resueltas y atemporales que dieron lugar a nuevos iconos de entonces, de hoy y de siempre e hicieron que Hermes nunca volviera a ser igual, sino más moderna, apetecible y mejor marca.
Por eso ahora el Momu de Amberes, ciudad belga que dio cobijo al Margiela estudiante de moda en su “Royal Academy of Fine Arts”, rinde tributo a esta etapa de Hermes y repasa las cosechas de 1997 a 2003 plagadas de ideas que hoy tendrían cabida en las calles porque permanece intacto el atractivo sensorial del buen tejido al tacto o del patronaje impecable al confort y a la vista.
Desde hoy y hasta el 27 de agosto, tenemos los amantes de la moda una cita en Amberes y sobre todo una llamada a la revisión de una época pasada cargada de futuro.
Imágenes: Colección Primavera-Verano 1999 de Hermes (bajo la dirección creativa de Margiela) THIERRY ORBAN/Sygma via Getty Images