Siempre que he ido a casa de mi amigo Jaime en Zurbano 84 me ha llamado la atención una tienda que en las caballerizas de su precioso edificio de Chamberí, vende plumas antiguas y globos terráqueos. Una vez me decidí a entrar, atravesando los patios que te alejan de la calle y encontré este tesoro escondido de tienda que resume como ninguna los avances en la escritura del siglo pasado: “Anteriormente me dediqué a las antigüedades y desde que me centré en el negocio de las estilográficas quise una tienda alejada de la calle, un oasis para los coleccionistas interesados en esto y evitar estar a pie de pista para paseantes…”
Así resume Julia la razón de estar tan recónditamente situada desde 1987, en el último de los patios de esta casa de Chamberí donde cada día se reúnen fanáticos de las plumas estilográficas para llevarlas a reparar, comprar piezas o adquirir nuevas que coleccionar.
Dice que la mayoría del público es masculino porque los hombres que se encaprichan, compran directamente sin rodeos y que, aunque parezca que las nuevas generaciones son más de tecla que de tinta, es sorprendente que su fan más fervoroso tenga 12 años.
En 1991 y tras viajar asiduamente a Inglaterra para comprar antigüedades, se marcha a Estados Unidos para especializarse y meterse de lleno en el negocio de compra, venta y reparación de plumas. Una sabiduría que muy pocos en España dominaban y mucho menos compartían: “Siempre me encantaron las plumas y tenía en mente centrarme en este producto, cuando un día uno de mis mejores clientes (el mayor coleccionista de Parker que existe y vive aquí en Madrid) me animó a dedicarme en exclusiva a este mercado y también a la reparación. Y a principios de los Noventa me marché a Los Angeles para asistir a una de las mayores ferias de plumas del mundo con más de 300 expositores repletos de plumas, donde además me enseñaron a reparar cuando en España era una técnica opaca que dominaban unos pocos que no soltaban prenda…”
Dice que con la reparación pierde dinero pero que le encanta hacerlo (y además no hay quien lo haga…), resultando ser un gancho para los clientes que vienen y pican al ver tantas joyas expuestas entre relojes de mesa y otros enseres de despacho bien empaquetado como debe ser…
Además confiesa que es muy satisfactorio reparar y dar nueva vida a piezas que nietos o familiares de un usuario escritor pasado, encuentran en casa pérdidas y de repente vuelven a escribir conectando a las generaciones de esa familia a través de la tinta y de un golpe de muñeca que fue escrito antes y vuelve a la vida por mucho emoticono que le invada.
Tanto es el entusiasmo de muchos al encontrar plumas mágicas en Julia Gusano, que le dedican fotos o dibujos:
Mientras repara me habla de su pluma favorita: “Es la Parker 51” , de la que llegaron a fabricarse 120 millones de ejemplares y con la que llegaron a firmarme todas las notas del cole. Hoy te puede parecer una pluma de lo más normal, pero imagínate que vives en 1939 y de repente sacan este artilugio tan del futuro que tiene un diseño interno tan sofisticado… Eso es lo que hoy hace que sigan funcionando de cine y se lo debemos a un emigrante de la Bauhaus László Moholy-Nagy que llegó a los Estados Unidos para cambiar la escritura del mundo.”
Si necesitas este tipo de conversaciones enriquecedoras, paz y silencio mientras salivas cada pluma , volver a escribir con calma disfrutando del trazo, te lo da el olor a tinta o quieres ser “amiga entrañable” de un coleccionista de estilográficas, déjate caer por este remanso de pasado cargado de tinta y de futuro.
Julia Gusano
Trade Art SL Almoneda
Calle de Zurbano 84
28010
Madrid
Fotografiar: Luis Álvarez
Asistente de fotografía: Mara Alonso
