Corría el año 1995 y aunque ahora pueda alquilarse en iTunes (Clueless (Fuera de Onda) por Amy Heckerling, “Clueless, Fuera de onda” arrasaba (en VHS) en los videoclubs. Dos eran las razones que me hacían amar esta película en la que Alicia Silverston sale tan excelsa como lo había hecho anteriormente en este videoclip de Aerosmith que daba el pistoletazo de salida a la apetencia por la Lolita colegial que arrasó en los 90’s y que coronaria Britney a finales de la década con “Baby, one more time…”.
La primera razón es que un nuevo lenguaje nunca escuchado por mí en un film hasta entonces aparecía muy claramente en “Clueless” y no era otro que el humor y el discurso de moda mezclados, los chistes y las marcas juntos, la diversión y las compras en imágenes… ! No hay nada más Noventas que el hecho de convertir la experiencia de compra en nuevo ocio y el de introducir la marca en el léxico diario como una palabra nueva. Así Calvin Klein o Alaïa en boca de Cher era música para los oídos de aquellos adolescentes que como yo estaban locos por la moda y vibrábamos con un diálogo como este tan insólito entonces:
Mel (padre de Cher): ¿Qué te has puesto?
Cher: Un vestido.
M: ¿Quién lo dice?
C: Calvin Klein.
M: Pues es ropa interior. Ve arriba y ponte algo encima.
La segunda razón fue el oasis que suponían los looks de sus protagonistas en medio de aquella oleada Grunge Nirvana @ Reality Bites. Frente a Clueless resultaba aburridamente fácil porque al compararse con los estudiados looks de mezclas infinitas que coloreaban los pasillos del Instituto Beverly Hills el Grunge resultaba absolutamente “Pas Cool” y perezón mugriento. Curiosamente era una máquina conato de App la encargada de fabricar cada mañana en el vestidor gigante de su súper rubia protagonista una serie de combinaciones y permutaciones fashion que solo respetaban un elemento a juego: el chicle. El resto era un delirio de minifaldas de colegiala con medias blancas, concesiones al clasicismo reinterpretadas también en clave mini, diademas muy locas y texturas de cabaret traducidas a las aulas 8am: plumas por la mañana, mohair amarillo exacerbado, tirantes spaguetti siempre o brocados de seda en su clave más sexy…
Este otoño vuelve a mi mente ese instituto que nos enseñó tanto de moda y de actitud ante la vida, que ha inspirado sagas cinematográficas (Una rubia muy legal por Robert Luketic) y que ahora inspira tantos looks más de veinte años después. Entre capítulo y capítulo de Juego de Tronos haz un hueco a “Fuera de Onda” porque en tan solo un mes, las tiendas van a llenarse de prendas que te ayudarán a recrear el maravilloso espíritu de Cher Horowitz ❤
Créditos:
•Fotógrafo: Aaron Serrano
•Realización: Curso de Postgrado en Estilismo de Moda del IED MADRID
•Maquillaje y Peluquería: José Carlos González
•Asistente de fotografía: Larry Balboa
•Modelos: Namara Van Kleeff, Eliza Thomas y Sandra Rubio