Hay lugares en las ciudades del mundo que me dan confianza ciega enérgica, donde solo pueden pasarte cosas buenas porque atraen a gente guapa hacia la belleza que los envuelve y crean una atmósfera propicia a esas aventuras que, pasado el tiempo, recordamos siempre con una sonrisa… Uno de ellos (mi favorito de París) y generador de aventuras, amigos, buenas compras y celebraciones varias es el jardín del Palais Royal, al norte del museo del Louvre.
Allí acudí como siempre a pasear durante una estancia en la ciudad de la luz a principios de verano, caminando con mis amadas zapatillas blancas de loneta que me proporciona calzados Cantero en Olavide y que usábamos los niños de los años Ochenta para hacer Gimnasia rítmica. Me encanta llevar esas zapatillas tan simples como impolutas, que hacen un pie tan elegante para las noches de verano y tan barato a la vez, que puedes contrarrestarlo con oro en el reloj o gemelos increíbles sin rebasar las líneas bling-bling.
El caso es que me encanta llevar un calzado simple y fresco sin mucha historia, tal y como dicta el espíritu de esta zapatilla blanca de loneta, pero siempre he deseado añadirles resistencia y un lavado fácil sin pasar (vía Oxiaction) por la máquina cada vez que las sacas de paseo. Y precisamente caminando con ellas por las galerías de Palais Royal encontré una tienda plagada de una idea que podría ayudarme a poner los cuernos a esta zapatilla eterna que espero me acompañe muchos veranos más, pero que merecía un descanso en este 2017 porque ya eran muchos juntos☀️.
Era una tienda de decoración que acogía durante unos días una venta efímera de zapatillas artesanas de piel en colores vivos y exponía la identidad de los hacedores turcos en varios folletos explicativos de la marca, llamada The Sabah dealer.
Una especie de proveedor de la reina de Saba o a eso me sonaba, pero es que “Sabah” es este tipo de zapatilla turca.
Así me lo explico su creador sentado en uno de los sofás de la tienda, Mickey Ashmore que en 2013 decidió recrear con unos artesanos del sur de Turquía esta zapatilla ancestral que ha adaptado para el asfalto de nuestro siglo con una suela y un cosido lateral resistente y en una piel fácil de limpiar (aunque a él le encanta llevar sucias y destrozadas porque lo contrarresta muy bien, es tan BOHO como él mismo y se lo puede permitir porque no anda mal de estilo…).
Los colores son también un punto fuerte de su idea, son vivos y con posibilidad de combinar entre ellos en el mismo pie, en plan bicolor:
O pudiendo usar cada zapatilla de un color cuando adquieres varios pares, que es la idea
y por supuesto es lo que hice yo no ese día, sino el domingo de esa misma semana de nuestro encuentro, invitado por Mickey a la fiesta de cierre de esta Pop Up que sigue la línea de otras que desarrollan en distintos sitios del mundo .
Porque el proveedor de Sabah es itinerante y es una marca en constante movimiento durante esta fase de su desarrollo y a la que auguro un aburguesamiento tras un éxito que considero inminente por ser elegantes, confortables, con un punto hippy chic si quieres dárselo o minimal e incluso serio si eliges un color apropiado porque en negro son preciosas también.
Yo llevo todo el verano usándolas y soy fan número uno de ellas, de la marca y de la pasión turca en general… Me cuesta mucho soltar este secreto porque mis imitadores (una legión) andan atentos y entrarán en su web en masa para hacerse con sus pares; pero que conste que una vez más yo fui el primero a este lado del mundo y así quise que constara en las páginas de Harper’s BAZAAR de septiembre:
en las que ya se incluye el crédito de esta zapatilla realmente especial, que siguiendo su espíritu nómada se venderá este fin de semana en Nueva York:
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Con fiestecilla verbenoide de jazz como le gusta a Mickey y relax y mucho colorido en los pies de todos sus clientes. Y hasta que vengan a España (me está costando…) podéis comprarlas online siguiendo las instrucciones de pie.
Es muy importante tener esto en cuenta porque si la horma de hombre es muy ancha y si eres de pie estrecho tendrás que comprar mujer… Una vez más transgender: pie ancho hombre, pie estrecho mujer y ahí ya pedís el número que tengáis habitualmente. Os sorprenderá la suavidad y calidad de esta piel de cordero que es un Kebab deslizante y chocante ante los ojos envidiosos que las contemplan y os lo digo por experiencia!
