Recuerdo que una mañana, volviendo del gimnasio ⚡️🏋🏻♀️⚡️compungido y descoyuntado 😪tras una de esas insoportables palizas que me da Leonel🐵, me quedé fijo en un semáforo 🚦ante una bolsa de plástico fascinante💫. Se trataba de una especie de maletín rojo y dorado que reproducía en un dibujo las correas de cierre y se remataba en un logo sesentero, viejuno y lleno de alma y de esa magia perdida tras los cierres de la ley Boyer…
Ni corto ni perezoso me dispuse a instagramizar 📸la visión y en cuanto subí la foto, la madre de una amiga mía que es muy guapa, muy lista y muy jefa me recordó un nombre tan olvidado en Europa hoy que los consumidores y fans de la moda actual contemplan como novedosas las mil ilusiones ópticas que pululan por las pasarelas de hoy🎨👗🎨.
Roberta di Camerino, la que puso de moda estos trampantojos tan totales, es una diseñadora Veneciana Judia que nació en 1920 con el nombre de Giuliana Coen y que tras casarse con el banquero Guido Camerino y huir a Suiza de la persecución Nazi, empezó a coquetear con el mundo de la marroquinería hasta que acabara la Segunda Guerra Mundial.
En 1945 funda en Italia, ya a su regreso, la marca Roberta di Camerino con este nombre de pila distinto e inspirado en la canción de un musical que le fascinó justo antes de abandonar los años felices de entreguerras en su Italia natal.
Y así en el 1946 ya hacía R’s entrecruzadas en su monogram antes que nadie entrelazase una sola letra en Italia o trenzaba piel en 1956 antes que ninguna casa de lujo italiano lo hiciera y sus bolsos de cirujano en terciopelo con locos trampantojos, conquistaron lo mejor del “Quién es quién” de los Sesenta (de Grace a Liz…) e inspiraron reproducciones de otras casas de lujo que decidieron soterrar esta inspiración supina.
Ahora que el GUCCI de Michele ha trampantojeado vestidos como los suyos 🎨👗🎨
O en un momento en que Prada ha propuesto para el otoño que viene bolsos idénticos a los que ella hizo; es momento de preocuparnos por la memoria histórica y el legado de esta casa que de tanto trabajar las ilusiones ópticas, ha caído en la trampa del tiempo y de la rueda de los homenajes sin crédito.
Como tantas ediciones de otras revistas de moda que hoy al leer este post se plantearán dedicarle un contenido a esta diseñadora genial gracias a esta llamada, que como pasa con Roberta di Camerino quedará omitida sin referencia alguna.
Pero, ¿Sabéis qué os digo? Que no me importa ya en absoluto porque solo el que escribe esto y aquellos que lo leéis, sabéis que este blog se dedica a inspirar y a refrescar las mentes de los amantes de la moda y de los que también trabajan en el sector y se alimentan de él tantas veces sin hacer ni mención. Así que bienvenidos sois todos si plagáis los números de otoño 🍂 con llamadas y homenajes a una diseñadora que está falta de memoria histórica y la merece urgentemente ⚡️👸🏻⚡️.
Imágenes: GettyImages