A veces en Madrid, parece que si salimos del eje Paseo del Prado 🌳🎨🌳 no vamos a encontrar obras tan impresionantes a mil kilómetros a la redonda y puede que sea así; pero hace poco descubrí que sin salir de los límites de esta comunidad, a 30 minutos escasos del centro, podía contemplar el impresionante conjunto de lienzos que el gran José María Sert 🙌🏻🎨🙌🏻 pintó para decorar el comedor del Waldorf Astoria en 1929.
Si hay un matrimonio que me haga arrancarme del centro de Madrid y pedir un Cabify 🚙🚕🚗 rumbo a Boadilla del Monte es el matrimonio Sert: Misia y José María. De ella 👸🏼 mejor hablaré en el próximo post, pero solo deciros que esta pareja fue un imán para creadores artísticos de disciplinas varias (Cocó incluida👗). En el terreno decorativo, José María desarrolló con gran éxito un estilo propio alejado de las vanguardias de su tiempo; quizás por eso hoy me resulta tan apetecible, porque no sabes si estás delante de un lienzo barroco o es realmente una obra de los años 30 y aunque ahora os contaré con más detalle, solo os adelanto que te invita a quedarte entre sus pinturas🙌🏻🎨🙌🏻, te atrapa en espiral hacia ellas y es muy difícil salir de allí♨️♨️♨️.
Pero antes hay que llegar a ellas y no es muy difícil pero lleva su tiempo. Yo como os digo, pedí mi Cabify pero puedes ir en taxi o metro ligero hasta “Cantabria”, que es como se llama la parada más cercana a la Ciudad Financiera del Banco Santander, que no es inmensa pero tan infinita como Cantabria misma.
Una vez allí has de ir directamente a un cubo de cristal llamado “El faro” y mostrando tu DNI te darán una acreditación para poder moverte por los confines de este microcosmos financiero-artístico plagado de obras de arte, vistas a Navacerrada, aire puro y bosques de olivos milenarios y centenarios que están catalogados con un letrero que indica su fecha, características y nombre.
Son increíbles las formas de sus troncos, algunos se retuercen como una trenza y otros te abren sus brazos de par en par. Yo no pude resistirme a posar para Pablo Sarabia en uno de ellos 🌳❤️🌳 camino de la sala de arte Santander que se encuentra a 200 metros del acceso de visitas (El faro), desde la que puedes ir caminando o en un microbús que sale de allí.
Yo te aconsejo caminar y cruzar el “Vertical Torus” de Richard Serra que hay de camino, contemplar las montañas dentro de esas dos planchas de acero curvo es raséeeeeeeeeeeeeeeeeeee y vas caldeando las sensaciones corpóreas porque lo que te espera es muy fuerte💥💥💥
Dentro ya de la sala de arte Santander podrás ver hasta junio un conjunto de obras de arte contemporáneo de países árabes y lo bueno de esta exposición (además de las obras) es que puedes visitar el centro los fines de semana. A partir del 13 de julio vuelve a ser de lunes a viernes pero con el conjunto de fondos permanentes de esta colección: El Greco, Van Dyck, Zurbarán, Luca Giordano, Romero de Torres y una playlist de pintores y escultores que han dejado su sitio a la exposición temporal de arte contemporáneo árabe. Todos ellos, menos José María Sert, porque su impresionante conjunto de lienzos que pintó para el Waldorf no pueden moverse de allí por razones logísticas.
Por eso, accedes a ellos a través de un pasillo curvo con cristalera tapizada de tafetán hueso y una vez lo atraviesas, te encuentras ese Waldorf-Boadilla que reproduce de un modo titánico “Las bodas de Camacho” de El Quijote.
Titánica es la forma de plasmarlas con formato XXL y con figuras que abarrotadas, recuerdan a los cartones de Goya llevados al juicio final de Miguel Ángel @ Sixtina.
Este tema literario tan bien escogido para un comedor de locurón capitalista 1929 está cargado de barroco español, de personajes maravillosamente vestidos 🙌🏻👗🙌🏻 de arapos celebrando una fiesta popular continúa: guitarristas embozados, borrachos en plena siesta, castellers coronados por un abanico, funámbulos y trapecistas, toros en plena embestida, adivinos y bailarines contenidos en 15 lienzos de 4 metros por 2.
En este vídeo podéis acercaros a la importancia del conjunto que ya en aquella época costó un Congo al Waldorf en pleno Crack y que después de varias visicitudes, crisis monetarias y bancos absorbidos, ha ido a parar a esta Colección Banco Santander que la atesora y nos permite disfrutarla.
Cuando tus ojos se fundan con la grisalla negro y oro de Sert no podrán salir y seguramente no podrán fijarse en ninguna obra más porque queden atrapados entre el cortinaje trampatojo de cada una de las escenas. Tendrás que salir de ellas y de la ciudad financiera con vuelta prometida para seguir enfrentándote a otros gigantes de esta colección raséeeeeeeeeeeeeeeeeeee.
Es tan absorbente el conjunto y tan potente que dejará a tus ojos extasiados y a tu mente pensativa: la fiesta sin pausa de la vida💃🏻💃🏻💃🏻, la vida cargada de celebraciones🎉🎉🎉 y sobre todo esos personajes que resumen la España del Quijote y tienen tanto en común con la actual.
Si yo fuera político y tuviera que intentar consensos📩📩📩, pediría al resto de representantes una reunión aquí, en esta sala porque está cargada de gente que solo es posible en este país y ese aire tan barrocamente fuerte de “Las bodas de Camacho” en las que a veces la España más popular se haya inmersa, está perfectamente conseguido.
Si no me crees, ve y busca gente cercana dentro de estos cuadros porque mucha que conoces está ahí dentro, quizás hasta tú mismo té reconozcas en alguna de estas pinturas.
Fotos: Pablo Sarabia
Asistente de fotografía: Mara Alonso
Para más información, podéis consultar la web de la Fundación Banco Santander
